Se trata de una alternativa que promueve y favorece el desarrollo de dinámicas inclusivas en todos los procesos de socialización, aprendizaje y convivencia dentro del entorno educativo. Busca que todos los estudiantes, independientemente de la cultura de la que provenga, asimilen las diferentes culturas a las que se van a encontrar, desde un plano de igualdad y respeto, aprendiendo a través de perspectivas diversas.
¿Cuáles son sus principios?
- Formación y fortalecimiento en la escuela y en la sociedad de los valores humanos de la igualdad, respecto, tolerancia, pluralismo, cooperación y responsabilidad social.
- Reconocimiento del derecho personal de cada estudiante a recibir la mejor educación diferenciada, con cuidado especial de la formación de su identidad personal.
- Reconocimiento positivo de las diversas culturas y lenguas y de su necesaria presencia y cultivo en la escuela.
- Atención a la diversidad y respeto a las diferencias, sin etiquetar ni definir a nadie en virtud de éstas.
- No segregación en grupos aparte.
- Lucha activa contra toda manifestación de racismo o discriminación.
- Intento de superación de los prejuicios y estereotipos.
- Mejora del éxito escolar y promoción de los estudiantes de los grupos étnicos diferentes al predominante.
- Comunicación activa e interrelación entre todos los estudiantes.
- Gestión democrática y participación activa de las madres y padres en la escuela e incremento de las relaciones positivas entre los diversos grupos étnicos.
- Inserción activa de la escuela en la comunidad local.
En resumen, la educación intercultural es una herramienta poderosa para fomentar el respeto y la comprensión entre culturas. Aunque presenta desafíos, los beneficios potenciales para los alumnos y la sociedad en general son enormes.
